Las plantas silvestres, seres vivos autónomos, resilientes y diversos, podrían vivir sin nosotros. En cambio, los seres humanos y los animales dependemos de ellas para asegurar nuestra supervivencia.


“Apología de la mala hierba” propone una nueva mirada al entorno de Mollet del Vallés, cartografiando la magnífica entropía de aquellos espacios residuales que pasan desapercibidos en lo cotidiano: espacios de transición entre ecosistemas, como los límites entre campos, los lindes de bosque, las cunetas, los descampados… Gilles Clément describió estos espacios como el “Tercer Paisaje”, y es en ellos donde la naturaleza aflora y se esparce libremente.
